CANCIÓN DEL CAMINANTE
Mientras la arena queme a mediodia
y la luna tiemble junto a las estrellas
salir pitando con anteojos del barrio de papá
y comprobando que las suelas de los zapatos
estén bien calientes,
con hatillo o sin barba, en tren o a vaca,
por la orilla o por el puto medio,
no parar ni un segundo en cada cruce de caminos
para acordarse de mamá de casa o de ella,
no dejar de caminar por un instante,
ni aún en sueños¡
caminar sonambulo¡
caminar descalzo¡
caminar volando¡
ni varado, ni enfermo, ni sin piernas,
no parar¡
andar también sentado¡
andar también copulando¡
anadr lo andado y lo no andado¡
no dejar de caminar por un instante
y cuando al fin esté maduro el fruto del camino.....
volver la vista atrás
para atisbar el rastro que dibuja una circunferencia
o una espiral
en el mejor de los casos.
Y seguir caminando ya sin rumbo,
por el puro placer de caminar,
sin huir de nada, sin buscar nada,
más que la luna temblando junto a las estrellas
mientras la arena nos calienta todavía los pies.
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