EL POETA EN SU TREINTA Y DOS CUMPLEAÑOS
Treinta y dos veces ya
contemplé el deshoje de las hojas.
Treinta y dos veces ya
la brotada de los brotes.
La demencia me ha hecho hablar de todo
como una vieja portera.
¡No me pregunteis más¡
Estoy cansado de mi propia estupidez
y de la vuestra.
...... y el rumor de las hojas de un cerezo
en este tranquilo dia sin viento.....
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