EL VIENTRE
El vientre,
y no lacicatriz o el cuero vivo,
la madre,
y no la liturgia o la fiebre,
han de condecorarnos de galaxias firmemente
alzarnos hasta la frente el horizonte en llamas
han de procurarnos otro hogar en el viento.
El vientre,
y no la meditación o el psicoanalisis,
la madre,
y no el latido ni el fuego,
han de hacer posible la esperanza de nuevo,
han de hacernos hombres por la entraña,
han de darnos barro y han de darnos leche
y han de darnos lenguas para hablar de todo.
El vientre de la madre va flotando delante,
es un enjambre de pétalos por descifrar,
es un huevo con la flor del kosmos en su centro.
El vientre,
y no el fondo del mar,
la madre,
y no el espejo,
han de sortearnos las corrientes,
han de reflejarnos como somos,
han de hacer un hijo
puro como el cristal.
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