TODA IDA
Toda ida....
como alza la marea el viento de la tarde
así te espero.
Te espero en el arroz,
toda súmida en tí,
toda entredicha,
en los rugosos brotes de los tallos del barro
en el malévolo bolero del alba
en las sábanas del musgo
o en los confines del silencio,
te espero,
como saja el carnicero la piel del lechal
como aplaca la roca la embestida del mar
como se agarra a la tierra la raiz,
te espero,
toda ululante,
toda mecida en tí,
toda inaudita,
te espero,
en los tuyos,
en tus veredas,
en los rincones donde sopla la brisa,
en tu terreno,
te espero,
toda flaca, marchita, rozada por el tiempo,
con las ubres estrujadas de tanto nutrir
con las caderas abiertas como un mandala
con la piel gitana de ceniza y viento,
te espero,
toda tensa, ardiente, delirante,
te espero,
en las ciénagas incluso
o en las ciudades de cal
en los laberintos de la muerte
o en el sueño ciego,
te espero,
toda ida, fibrosa, anhelante,
toda amalgamada en tí,
en el útero vibrante
o en el pétalo caido,
te espero,
como templa el silencio la cuerda del hombre
como se preña la luz de mundo cuando naces,
con una paciencia ancestral,
bailando en el filo,
sin nada que ofrecer,
te espero.
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