VUELVE
Mi cama en barbecho ya no huele a tus fluidos
rebosantes de enzimas planetarias.
Oigo todavía tus nalgas resoplando
y tus ojos en blanco
rebotando por las paredes de la habitación.......
pero no hay Consuelo
y yo no puedo dormir de tanta efervescencia.
Vuelve cuando quieras,
en cualquier estado de nervios en el que te encuentres
a electrocutarme de nuevo
la espina dorsal.
Que yo no puedo vivir sin tu alto voltaje.
No hay comentarios:
Publicar un comentario